viernes, 28 de marzo de 2008

Zafe

Ayer saliendo de la facu casi me afanan, no quiero caer en la famosa frase "hay que matarlos a todos" pero que s eme cruzo por la cabeza, obviously!

Me encantaria saber donde estaba la policia que se supone que tiene asignada una guardia en tan hermosa zona donde esta el campus de la utn...

Sacando eso, ayer fue el comienzo de un nuevo año facultativo, espero que uno de los ultimos!!

pd: la victoria de ayer de Boca demuestra lo grande que es..
Como dijo uno de los lectores de minutouno.com

"..ESO ES PARA QUE VEAN LAS GALLINAS QUE SOMOS MAS MACHOS QUE RAMBO, Y QUE CUANDO TENEMOS QUE PONER HUEVOS LOS PONEMOS. POR ALGO SOMOS LOS CAMPEONES.."

jueves, 13 de marzo de 2008

Adios a un Grande



Un minuto de silencio y una sonrisa para Jorge Guinzburg, un genio de la TV y la radio argentina.

Por algo dicen que lo bueno viene en frasco chico...

miércoles, 12 de marzo de 2008

Bati...GOOOOOLL!!!


Si la Real Academia Española quiere agregar un nuevo sinónimo a la lengua castellana, deberia agregar bati como sinónimo de gol. Si sres, estoy hablando del gran Gabriel Omar Batistuta, el último gran ídolo de la selección, un tipo que es querido en todo el mundo no solo por sus goles, sino por su humildad y por su forma de ser, y que lugar por el que paso no solo dejo una estela de tantos, sino también de grandeza, algo solamente reservado a los grandes!!

Ayer a la noche, de casualidad, pase por ESPN y en el programa de Alejandro Fantino (Espn Estudio) estaban haciendole un homenaje como a tantos otros jugadores, donde le toco el turno justo al Bati. La cosa es que me enganche con las anécdotas que contaban, y me mate de la risa con la gran mayoría (nunca pense que un tipo como el podía ser taaan jodon y divertido), aunque nobleza obliga, por el hecho de haber estado con mucho sueño seguramente me perdí la mitad de las que contaron.

Me acuerdo que cuando estaba de moda El Gran Dt, el Bati era siempre el primer jugador que ponía porque siempre me asguraba goles y armaba el equipo alrededor de él, sin importar que jugando en la Fiore no pudiera pelear campeonatos, no se como pero siempre se las arreglaba para meter goles de todos los colores y formas. También me acuerdo que en la temporada que la Fiore descendió, lo triste que me puse por él, y que cuando en el 2000 salió campeón con la Roma por mas que yo jodiera a una compañera de la secu que es fanatica, me puse infinitamente contento que el "Rey León", como se lo conoce en Italia, haya podido finalmente ganar el Scudetto. Lo que si me acuerdo aún a pesar de que era chico, era la espectacular dupla que hacia con Latorre en el 91 en Boca Juniors (club del que soy hincha).

Más allá de las comparaciones con Crespo ( muy a mi pesar y aún siendo una gallina, un muy buen goleador pero un poco "pecho" a mi gusto), no caben dudas que el Bati es un jugador que todo equipo quisiera tener en sus filas

Era de esos jugadores que quizás no la toca en todo el partido, pero cuando la tocaba era gol o pegaba en el palo o al arquero le quedaba la mano roja del sablazo que había tenido que tapar.
Todavía me quedan frescas las lágrimas del Bati que se vieron por TV el día del empate con Suecia que significó el fracaso en Corea-Japón 2002, y la mala suerte que tuvo el en los 3 mundiales que jugó (especialmente el de Francia, donde antes de que Berkgamp meta el gol, Bati había metido un tiro en el palo minutos antes).

No sé que es lo que estará esperando Grondona para hacerle un partido homenaje como se merece...se ve que hay otros negocios prioritarios...

Como diría Walter Nelson, ta tan ta tannnn, GOL DEL BATIGOL!!!y como dirían en la Fiore.. "Corri alla bandierina bomber della fiorentina...."

Si pueden, el martes que viene a las 22 van a pasar la segunda parte de la entrevista que le hizo fantino...traten de verla ( y si

Les dejo la data que aparece en wikipedia..espeo que la disfruten!
Gabriel Omar Batistuta (Avellaneda, Provincia de Santa Fe, Argentina, 1 de febrero de 1969), es un ex futbolista argentino. Jugaba de delantero, un gran conocedor del área, poseedor de una potencia extrema en ataque y una más que elogiable humildad personal, atributos que sólo los grandes pueden exhibir. Se le considera después de Van Basten el último gran 9 pesado del fútbol mundial.

Ha sido internacional con la Selección Argentina en un periodo comprendido entre los años 1991 y 2002, jugó 78 partidos y marcó 56 goles convirtiendose en el máximo goleador de la historia de su seleccionado dando un impresionante promedio de 0,72 anotaciones por encuentro. Es el jugador argentino que más tantos anotó en la Copa Mundial de Fútbol (10) en tres participaciones (1994, 1998 y 2002) y además es considerado por muchos uno de los jugadores más populares que ha vestido la camiseta argentina.

Trayectoria

Este diestro delantero, tras militar en Newell's Old Boys, club con el que debutó en la Primera División de Argentina y en el que únicamente permaneció durante una temporada (1988-1989). En 1989, fichó por el River Plate, y en 1990, mediada aquella campaña, fue contratado por Boca Juniors, cuyos colores defendió hasta 1991. Este último año, en el que logró la victoria con Boca en el Torneo Argentino y fue máximo goleador de dicha competición. En el torneo de verano, fue uno de los que comenzó a lucirse y demostrar que entraba entre los grandes futbolistas de Argentina. El dìa 24 de enero de 2008 confesó ser "hincha de Boca" a la Radio Del Plata.

Luego se marchó a Europa tras fichar por la Fiorentina, equipo de la Serie A de la Liga Italiana. Pese a la dureza de este campeonato, Batistuta ratificó pronto su condición de extraordinario rematador, convirtiéndose en uno de los máximos goleadores extranjeros de todos los tiempos de dicha competición. Con la Florentina, ganó la Copa y la Supercopa italianas en 1996 y fue máximo goleador (con 26 goles) en la temporada 1994-1995, en cuyo transcurso llegó a marcar durante 11 partidos consecutivos.

Finalizada la campaña 1999-2000, fichó por la Roma, que hizo un importante desembolso económico, equipo con el que su palmarés se incrementó en 2001 gracias a la conquista de la Liga y de la Supercopa de Italia. En enero de 2003, fue cedido por esta entidad al Inter de Milán hasta la finalización de aquella temporada (2002-2003). Concluida ésta, en junio de 2003 se comprometió con el club qatarí Al-Arabi. En marzo de 2005, anunció su retiro como futbolista profesional.

Según la IFFHS, Batistuta anotó 233 goles en 415 partidos jugados en las Ligas de Argentina, Italia y Quatar. Sin embargo, contando con las copas internacionales, selección nacional y otros encuentros como futbolista profesional a jugado 653 partidos y convertido 355 goles: 8 en el Newell's Old Boys, 4 en River Plate, 19 en Boca Juniors, 207 en Fiorentina, 33 en Roma, 2 en Inter de Milán, 26 en el Al-Arabi y 56 en la Selección Argentina de Fútbol.

Ya retirado del fútbol, fue sondeado por Boca para ser entrenador, pero el que terminó con el puesto fue Carlos Ischia.

Selección nacional

Su debut con la Selección Argentina fue en un partido amistoso contra Brasil el 27 de junio de 1991, siendo convocado por el entrenador Alfio Basile en preparación para la Copa América 1991. En su primer partido en la dicha competencia el 8 de julio anotó su primer gol en el seleccionado, y fueron dos, ambos marcados a Venezuela. El equipo argentino se consagró campeón y Batistuta máximo goleador con 6 tantos.

En el año 1992 participó en la Copa Kirin donde ganó en torneo y anotó dos goles. Meses después participo en la Copa Confederaciones 1992, fue el goleador con dos tantos y el conjunto argentino ganó la competencia en su primera edición.

En la Copa América 1993 marcó tan solo tres goles, sin embargo dos de ellos fueron en la decisiva final jugada contra México. Con una victoria final de 2-1 el equipo argentino logró el bicampeonato.

En las Eliminatorias a la Copa Mundial de 1994 participó en cinco encuentros y anotó dos goles. La Selección Argentina tenía una clasificación prácticamente asegurada al mundial de Estados Unidos, pero debido a una histórica derrota de local infligida por Colombia 0-5, el equipo perdió el primer puesto en el grupo y su respectiva clasificación. Esto derivó en jugar un repechaje con Australia. Luego de un empate 1-1 en el primer encuentro jugado Sídney, en el partido revancha en Buenos Aires Batistuta sacó a relucir su capacidad goleadora en los partidos decisivos, ya que con su gol aseguró la clasificación al mundial con una victoria final de 1-0.

En la Copa Mundial de Fútbol de 1994 anotaría cuatro goles, el comienzo fue muy prometedor ya que en el primer encuentro jugado contra Grecia anotó tres goles para una victoria final de 4-0. Sin embargo, luego de pasar a octavos de final la moral del equipo fue afectada seriamente por la suspensión por doping de Diego Maradona, Argentina es derrotada y eliminada por Rumania.

Luego del fracaso en el Mundial de 1994 que deriva en el final de la era Basile, se contrata a Daniel Passarella( del que dijó que no era su preferido ) como nuevo técnico, este lo convoca para disputar la Copa Confederaciones 1995 donde anotaría dos goles, en la final su seleccionado perdería contra Dinamarca.

Participa en la Copa América 1995 donde anota cuatro goles con los que se consagra goleador del torneo a pesar de que el combinado argentino es eliminado en cuartos de final por penales a manos de Brasil.

En las Eliminatorias a la Copa Mundial de Francia 1998 jugaría siete partidos y anotaría tres goles, uno de ellos se destaca por sobre todos los de su carrera, fue el marcado a Paraguay el 1 de septiembre de 1996, con este tanto, el numero 35 de su carrera hasta ese momento, superaría a Diego Maradona con 34 tantos como el máximo anotador de la historia de la Selección Argentina.

En la Copa Mundial de Fútbol de 1998 anotaría cinco tantos, en el primer encuentro jugado contra Japón anotó el único gol para la victoria argentina, después en el triunfo de 5-0 a Jamaica anotaría tres, con los cuales se convierte en el máximo goleador argentino de la historia de los mundiales superando a Diego Maradona y a Guillermo Stábile con ocho goles cada uno. En octavos de final se enfrentaría a Inglaterra y marcó otro gol, la albiceleste ganó el encuentro por penales y pasó a cuartos de final donde perdió en el último minuto del partido contra Holanda, Batistuta minutos antes había estrellado un remate en el poste.

En la era de Marcelo Bielsa su presencia en el seleccionado fue marcada por varios problemas de lesiones continuas que le impidieron participar en muchos encuentros. En las Eliminatorias de la Copa Mundial Corea-Japón 2002 jugó apenas en cinco partidos y anotó cinco goles.

En la Copa Mundial de Fútbol de 2002 la Argentina era uno de los máximos candidatos a ganar el mundial debido a la espectacular campaña previa en las eliminatorias y en los encuentros amistosos. Sin embargo, la argentina integra el denominado “grupo de la muerte” y queda eliminada en primera ronda, Batistuta marco un gol en el debut ante Nigeria. Después de finalizada la competencia se retira del seleccionado nacional.

Participaciones en Copas del Mundo
Mundial Sede Resultado PJ Goles
Copa Mundial de Fútbol de 1994 Estados Unidos Octavos de final 4pj 4 goles
Copa Mundial de Fútbol de 1998 Francia Cuartos de final 5 pj 5 goles
Copa Mundial de Fútbol de 2002 Corea del Sur y Japón Primera fase 3 pj 1 gol

Clubes

Newell's Old Boys Argentina 1988-1989 24 pj 7 goles
River Plate Argentina 1989-1990 21 pj 4 goles
Boca Juniors Argentina 1990-1991 30 pj 13 goles
Fiorentina Italia 1991-2000 269 pj 167 goles
Roma Italia 2000-2002 28 pj 20 goles
Inter de Milán Italia 2002-2003 12 pj 2 goles
Al-Arabi Qatar 2003-2005 31 pj 20 goles
total: 415pj 233 goles

Nota: Los datos en cuanto a partidos y goles corresponden a las competencias de ligas locales, no se toman en cuenta partidos de copas internacionales o de selección nacional. (IFFHS)

Palmarés

Campeonatos nacionales

Liga Argentina Club Atlético Boca Juniors Argentina 1990
Liga Italiana Serie B Fiorentina Italia 1994
Copa Italia Fiorentina Italia 1996
Supercopa Italiana Fiorentina Italia 1996
Liga Italiana Roma Italia 2001
Supercopa Italiana Roma Italia 2001
Liga Qatarí Al-Arabi Qatar 2004

Copas internacionales

Copa América Selección Argentina Argentina 1991
Copa Kirin Selección Argentina Argentina 1992
Copa Confederaciones Selección Argentina Argentina 1992
Copa Artemio Franchi Selección Argentina Argentina 1993
Copa América Selección Argentina Argentina 1993

Distinciones individuales

Máximo goleador del Torneo Clausura (11 goles) 1991
Máximo goleador de la Copa América (6 goles) 1991
Galardonado como el Futbolista sudamericano del año 1991
Máximo goleador de la Copa Confederaciones (2 goles) 1992
Máximo goleador de la Copa América (4 goles) 1995
Máximo goleador de la Liga Italiana (26 goles) 1995
Ganador Bota de Plata en la Copa Mundial de Fútbol (5 goles) 1998
Galardonado como el tercer Jugador Mundial de la FIFA 1999
Máximo goleador en la historia de la Selección Argentina (56 goles) 2002
Máximo goleador argentino en la historia de la Copa Mundial de Fútbol (10 goles) 2002
Galardonado como uno de los "FIFA 100" 2004
Galardonado en recibir 3 llaves de acceso a la antigua ciudad de Florencia 2006
Máximo goleador en la historia de Fiorentina
Máximo goleador extranjero en la historia del Calcio




viernes, 7 de marzo de 2008

El inicio

Finalmente después de pegar muchísimas vueltas, inicio este blog.

Una cosa que me caracteriza últimamente es la desesperación por que lleguen los jueves para poder ver el siguiente capitulo de la serie que me esta fanatizando...LOST. Revisando un poco en internet sobre data del ultimo capitulo, encontré en taringa el post de un usuario, que demuestra con mucha fidelidad como es la relación entre Lost y la vida real, francamente me pareció desopilante y una buena forma de iniciar este blog. A disfrutarlo:

A estas alturas, después de setenta capítulos devorados tres años, ya soy un experto en esperar que vuelva Lost. Ya no siento ese dolor punzante en las tripas, ni me muerdo las uñas. Y es que, en todo este tiempo, nuestra relación ha madurado mucho. ¡Ah, me acuerdo cuando acabó la primera temporada, qué desazón más grande!

Me quedé con los ojos como huevoduros, viendo cómo Jack y Locke abrían por fin la puerta secreta y la cámara bajaba hacia el negro más profundo. Y después nada: cuatro meses enteros de ansiedad, de conjeturas y abstinencia.

La primera temporada de Lost fue como el inicio de un noviazgo salvaje. Como esos amores a primera vista en donde sólo cabe pensar que la vida será siempre maravillosa y que nada, en todo el mundo, nos sacará del paraíso. Acción, suspenso, misterio… Pero entonces, un día cualquiera, ella, la mujer amada, nos dice: Corazón, tengo que irme cuatro meses a estudiar a Suiza, ¿me esperas? Y el mundo se viene abajo. Pero no el amor.

Y nos quedamos esas dieciséis semanas como estúpidos, pensando en el día exacto en que volveremos a sus brazos. La distancia, en vez de dar respuestas, nos llena de nuevas preguntas: ¿pensará ella en mí?, ¿qué hacía un oso polar en una isla del Pacífico?, ¿se habrá acostado con algún estudiante de intercambio?, ¿qué misterios esconderán Los Otros...? Intentamos distraernos, salir a la calle, ver a otras mujeres, pero nada tiene sentido sin sus besos. Vemos tres o cuatro episodios de CSI, coqueteamos con Grissom, pero nada es lo mismo si nos faltan los apodos de Sawyer. Nuestra cabeza está en otra parte, en la brisa de la isla, lejos, en un futuro que nunca había tardado tanto.

Y entonces, un día, suena el timbre y vemos el primer episodio de la segunda temporada. ¡Qué dicha más grande, cuántos abrazos! Volver a ver un nuevo episodio después de tanto tiempo es como tocar el cielo con las manos. Es tan grande la necesidad de Lost que no importa que las nuevas tramas no traigan consigo ni una sola respuesta a las viejas preguntas. Ni una. Como cuando regresa de Suiza la novia amada y no nos quiere contar qué ha hecho, con quién ha estado, si ha conocido a alguien. Y además llega con el pelo corto y fumando Lucky Strike. Mala cosa. Pero no nos importa, claro que no, mientras esté otra vez en casa, sana y salva. Le perdonamos el silencio porque la amamos.

La amamos tanto, y ella a nosotros, que un buen día decidimos vivir juntos, ser una pareja formal, y entonces comienza la rutina del amor. Descubrimos en ella algunos defectos: deja las ollas sucias sin remojar, abre nuevas incógnitas sin cerrar las anteriores, aprieta la pasta de dientes por adelante, aparece una imagen del gordo Hugo en un flashback de Sayid, no sabe cocinar un huevo frito, hace uso abusivo del humo negro… Pero no nos importa: estamos enamorados.

La segunda temporada de Lost es un matrimonio entre la serie y el espectador. El salvajismo del amor le ha dejado paso al disfrute de las pequeñas cosas, a la caricia velada y al café con leche por las mañanas de domingo. Ya sabemos que nada es tan perfecto en la pareja, que hay muchos flashbacks que no tienen sentido aparente, que hay roces y gestos desganados...

Pero nadie nos quita del sofá los jueves por la noche. Estamos cómodos en casa, es bueno sentir el calor del otro cuerpo, aunque no nos creamos que Walt haya crecido tanto. Somos una pareja estable.

Y entonces ocurre la primera crisis. Al final de la segunda temporada, justo cuando Los Otros atrapan a cuatro de nuestros mejores náufragos, ella nos dice: Necesito espacio, me voy a casa de mamá unos meses para pensar mejor... Y otra vez nos deja solos en casa, sin entender que va a pasar con nuestras vidas, ni tampoco a dónde se ha ido Michael en ese barco tan pequeño.

Pero nosotros ya no somos aquel novio primerizo que no sabe qué hacer sin el amor de su vida. En este segundo impás nos sentimos vivos, andamos en calzoncillos por toda la casa, disfrutamos la soltería... Y un día conocemos a Heroes (la abstinencia absoluta es difícil) y le ponemos los cuernos a Lost mientras está ausente. Heroes es una serie intensa, hay gente que vuela, señoritas que se caen de los puentes y no se hacen nada, policías telepáticos, japoneses simpatiquísimos. Heroes es una adolescente con ganas de experimentar en la cama. Aprendemos con ella cosas nuevas, nos sentimos inmortales. Tenemos una amante más joven, ¡ah!, qué maravilla es la vida, qué fabulosa la televisión yanqui.

Pero una tarde de domingo, mientras estamos con Heroes en la cama, justo en medio del clímax, nos equivocamos de nombre y le decimos Lost. “Ah, sí, sí, Lost, un poquito más abajo, ahí, en la escotilla”. Y Heroes se pone como loca, se levanta de la cama y se va dando un portazo. Mucho no nos importa, porque desde el episodio once se estaba poniendo bastante pelotuda, con muchas explosiones y tramas cruzadas que no iban a ninguna parte.

Como por arte de magia, a la semana siguiente vuelve a casa Lost y sólo al verla, no antes, justo cuando aparecen en pantalla las primeras escenas, descubrimos cuánto la habíamos echado de menos.

La tercera temporada de Lost es la esencia del amor de pareja. Ha quedado tan lejos el oso polar, las primeras incógnitas, los subidones de adrenalina, la falta de respuestas… Todo es tan lejano y a la vez está allí, sin condiciones. La tercera temporada es una mujer madura que ya ha vivido todas las vidas y ha regresado a nosotros por elección final, por voluntad superior.

Las historias son más pequeñas y nos devuelven los sueños. Y esta vez sabemos, además, que nada es para siempre.

El último abandono no duró tres o cuatro meses, como los anteriores. Esta vez fue casi un año entero sin un nuevo episodio de Lost. Pero como dije, ya soy un experto en esperar que vuelva. Cuando me siento triste miro capítulos viejos y recuerdo los antiguos besos, las primeras caricias; o entro a los foros de Internet para escuchar a otros hacer conjeturas. Que todos están muertos y la isla es El Limbo, que se trata de un universo paralelo y el avión no cayó en este mundo, que la isla es una segunda oportunidad para seres desdichados. Que Hugo es Dios. ¡Cuántas cosas se dicen por ahí, y qué poco me importa!

Ahora que ya ha comenzado la cuarta temporada, yo estoy muy tranquilo. Sí, es verdad, he mandado las sábanas a la tintorería para que huelan mejor, y compré vajilla moderna para el desayuno, y estuve haciendo un poco de ejercicio para que, cuando ella llegue, no me vea descuidado. Pero no estoy ansioso. Ni siquiera le he preguntado a dónde ha ido en estos meses, ni por qué se mueve tanto la cabaña de Jacob, ni cuánto tiempo piensa quedarse esta vez en casa. No. No haré preguntas. Ella, a cambio de mi ingenuidad, a veces me regala polvos monumentales como el del viernes pasado.

La cuarta temporada de Lost es el amor puro entre una historia y su espectador, ese mismo amor fundamental que se explica en el Nuevo Testamento y al que muy pocas almas pueden acceder. Es el amor que todo lo sufre, que todo lo cree, que todo lo espera, y que todo lo soporta. Como el amor de Penelope y Desmond. Yo creo en Lost cuando me dice la verdad, pero también amo a Lost cuando me miente. Y cada vez que se va de casa sin decir nada, soporto su ausencia como un hombre. Y cuando vuelve, como ha regresado ahora por cuarta vez, abro el mejor champán y espero, a oscuras, que entre a casa y me engañe de nuevo.


Como regalito...les dejo una buena forma de aprender salsa, con el maestro Ben stiller..enjoy!!